Ética de la terapia genética

Arelis Berríos Figueroa, Licenciatura en Biología,
Universidad de Puerto Rico Campus Humacao,
enfocada en genética molecular e
investigación biocelular.

Dyadha Oriach A01208438
Juan Noé Hernández A01206783
Giner Josué Pérez A01207965

Desde hace algunos años , una parte considerable de la sociedad científica se ha dedicado al estudio y la obtención de lo que se considera como un manual de instrucciones para la construcción del ser humano, es decir, el genoma. Esta tarea trae consigo implicaciones y consecuencias de suma importancia para las futuras generaciones de seres humanos. Arelis Berríos Figueroa , egresada de la carrera de Licenciatura en Biología por la Universidad de Puerto Rico Campus Humacao y luego enfocada en la genética molecular y la investigación biocelular, decidió compartir en uno de sus artículos, específicamente en «Ética de la terapia genética», qué ha surgido de estas investigaciones que mencionamos y cómo podría afectarnos. Berríos procura cumplir su objetivo a partir de la descripción del desarrollo de las técnicas actuales, las regulaciones internacionales y los aspectos tanto negativos como positivos que podría traer consigo el creciente desarrollo y aceptación de lo que se denomina como terapia genética. Además de su contradictorio sentido moral y ético en la sociedad no solo actual sino también futura.

El conocimiento de nuestro genoma trae consigo infinidad de posibilidades, como la oportunidad de desarrollar tratamientos enfocados en la terapia genética, capaces de determinar, a partir de pruebas especiales, la propensidad genética de un individuo a desarrollar diferentes enfermedades y por lo tanto a tomar medias tempranas que puedan evitar el desarrollo de las mismas. Aunque esto todavía es teórico se está buscando la forma de implementar técnicas que se encarguen de transportar un gen saludable cuyo producto proteico sustituya a uno ausente o defectuoso. Algunas de las técnicas de posible transportación del gen al interior de las células del cuerpo humano que se intentan consumar son: genes desnudos, liposomas (DNA dentro de membranas sintéticas) y virus como los adeno-virus y los retro virus. Cada cual con ventajas que pueden ser útiles dependiendo del acercamiento o «approach» del tratamiento como largo o corto plazo, entre otros. Sin embargo, esta maravillosa estrategia científica también incurre en un camino de implicaciones éticas y morales socialmente hablando que pone en duda si el beneficio que pueda tener será suficiente recompensa para el riesgo que significa. La terapia genética podría provocar una devaluación de lo natural. Pensar en un mundo donde lo perfecto sea lo modificado y lo imperfecto sea eliminado no suena tan comprometedor. Ser juzgados tan solo porque el nivel de posibilidades de que desarrollemos alguna enfermedad es mayor que el de otra persona es una atrocidad.

Nuestra autora también hace énfasis en que internacionalmente hablando se han planteado reglas generales para este tipo de situaciones que incluso si no son requeridas en este momento por la etapa en que se encuentran realmente estas investigaciones son una prueba más de lo significativo del problema.

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